Dos egresadas de la carrera de Diseño Industrial de la FAUD desarrollaron como trabajo final de grado a Apptoys.
Se trata de un juego terapéutico interactivo que fue diseñado teniendo en cuenta las necesidades de los niños con Trastornos del Espectro Autista (TEA).
“La finalidad del juego es combinar objetos físicos concretos con las actividades de la aplicación. El niño selecciona las piezas de acuerdo a las diferentes consignas que van surgiendo y las coloca sobre la pantalla, donde son leídas por la misma. Si la pieza es correcta, la aplicación comunica al niño su logro, en caso contrario, le pide que vuelva a intentarlo. Las piezas del juego son unos simpáticos animales, de diferentes colores y distintas figuras geométricas. Las actividades de la app, presentan al niño situaciones que involucran estas figuras combinando diferentes conceptos y complejidades, adaptándose a las necesidades específicas y a las habilidades de cada niño”, explicaron las diseñadoras industriales Carolina Cardone y Mikaela Roel.
“Apptoys busca enseñar de manera lúdica a los niños con TEA aquellas habilidades que los niños no afectados por esta condición aprenden de manera espontánea durante su desarrollo”, agregaron las egresadas de la FAUD.
El proyecto no sólo se pensó como trabajo final de grado sino que también orientó la práctica profesional de las ahora ex estudiantes.
“Nuestra idea es desarrollar juegos y juguetes que incorporen contenidos educativos de manera lúdica y que puedan ser usados por todos los chicos ya sea que tengan o no algún tipo de discapacidad”, indicaron Cardone y Roel.
“Estamos presentando el proyecto en diferentes exposiciones y planes de financiamiento. La idea es el próximo año poder comercializar el juego a un precio muy accesible para el consumidor. La tecnología que decidimos utilizar es la plataforma Android para la aplicación, ya que la mayoría de los chicos tiene acceso a tablets y celulares en el hogar”, agregaron las diseñadoras.
Vale destacar que el trabajo fue desarrollado con la colaboración de los programadores de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) Federico Haustein y Martín Pastore.
En tanto, las autores participaron con su iniciativa en varias exposiciones como UNC Innova, Córdoba Diseña y la exhibición InDev del instituto IES. También obtuvieron menciones en la Hackathon por Inclusión, desarrollada por el Ministerio de Desarrollo Social en 2015. Además, el proyecto salió seleccionado para el financiamiento del prototipo en el programa Universidad, Diseño y Desarrollo Productivo del Ministerio de Educación de la Nación.