Laureano Mon realizó en el auditorio de la FAUD de Ciudad Universitaria una charla abierta denominada “Horizonte de Innovación. Claves sociales, económicas y tecnológicas para diseñar en el Siglo XXI”. También desarrolló días pasados, en la unidad académica, el workshop “Anticiparse al futuro”. En ambas ocasiones, se refirió a la necesidad de que las empresas puedan innovar sus estrategias de producción, comunicación y comercialización para adaptarse a un contexto en permanente cambio.
– ¿Por qué hoy la innovación es un aspecto clave a tener en cuenta?
– Lo importante es comprender cuáles son los cambios sociales, económicos, tecnológicos y políticos que se están viviendo en todo el mundo y que están impactando fuertemente en los consumidores, los usuarios, los públicos y sus maneras de vivir, sus hábitos y sus modos de relacionarse con las empresas y la comunidad. Entonces lo que a mí me gusta es invitar a las personas a prestar atención a esos cambios y, en base a eso, pensar los productos, los servicios y las experiencias del futuro. Porque entonces, ahí va a surgir la innovación. Definitivamente, cuando tomen conciencia de los grandes cambios que estamos viviendo como sociedad, la soluciones que van a surgir serán innovaciones radicales.
– Hoy existen tantos productos, tantas estrategias, tantas propuestas distintas ¿Qué diferencia a una innovación de una variación de lo que ya está creado?
– En realidad, en el segundo caso, se tratan de innovaciones incrementales que surgen cuando a algo ya creado se lo adapta, se le busca una nueva manera de funcionar, se le da flexibilidad. Pero, en realidad, yo hablo de innovaciones radicales cuando se piensa en nuevos modelos de negocios, por ejemplo. Cuando ya no se piensa en un consumidor desde una relación de dependencia con las empresas, sino uno más autónomo, a quien las compañías tienen que ayudar a generar sus propios recursos. Así, las empresas no tienen que proponer de entrada un estereotipo o una idea de lo que tiene que hacer el consumidor, sino que tienen que ofrecerle productos y servicios para que se defina sí mismo. Lo que yo propongo es promover proyectos que busquen cambios o incidir de alguna manera, impactar en los hábitos de las personas.
– Para poder abordar estos procesos de innovación y adaptarse a un contexto en permanente cambio, ¿qué características deben desarrollar las empresas?
– Yo creo que lo primero que tienen que hacer las empresas, los equipos de todas las áreas, es cambiar la mirada de cómo se organizan los procesos de innovación. Generalmente, las empresas tiene áreas estancas que no se comunican entre sí, entonces las cosas van pasando y es como un teléfono descompuesto. Lo primero que hay que cambiar son las maneras de organizar los procesos de innovación, desde las áreas que se dedican a observar e investigar hasta la áreas que tienen las responsabilidades más creativas. Lo segundo es tener en cuenta que las empresas que están dando respuesta a lo que hoy en día pasa, son aquellas que no tienen miedo de dejar algún paradigma tradicional de negocios, de producción, de comercialización y que están en pos de empatizar y adaptarse a esos nuevos deseos y hábitos del consumidor. Yo creo que tiene que ver más con un cambio de mentalidad y de actitud.
– ¿Qué papel juegan en estos procesos las nuevas tecnologías?
Las nuevas tecnologías abren posibilidades. Son herramientas para socializar o no, para producir de una manera u otra. Lo diferencial es que hoy la tecnología es una fuente de disrupción importante. Es una revolución tecnológica fuerte en la cual se abren nuevas maneras de pensar los productos, de producir, de generar personalizaciones extremas. Hay sistemas de información que permiten adaptar lo que rodea al consumidor para proponerle algo específico, tecnologías que permiten el prototipado virtual y el prototipado aditivo. Lo que está cambiando, con gran fuerza, son los procesos productivos y también la manera de captar la información del consumidor para poder ofrecerle nuevas experiencias. Yo creo que estos nuevos sistemas de información van a ser una de las grandes claves del futuro. En síntesis, lo que está cambiando es todo y las empresas tienen que estar dispuestas a ese cambio, dando continuidad sólo a lo que funciona.
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